ELLA
Era una noche más y ella deseaba no dormir en soledad. En la fiesta recordó el nombre de aquel que la había acosado hasta en la mente, desde que nació. Fue a su búsqueda y recorrió diversos pasillos pero no quería ver ninguna luz. Su camino, al margen de lo establecido, estaba y era pensado desde otro universo u otro ideario para no exagerar. El trayecto distaba de ser sencillo y los grandes fantasmas de la legalidad estaban atentos ante cada uno de sus pasos. Desde cada rincón era abucheada y escaseaban los alientos. Pero entre toda esa histeria colectiva de quedarse sumergida sólo en el sueño, ella opto por acciones directas. Buscó al acosador incansablemente, lucho por no perder tiempo en banalidades, ni acciones sin sentidos. Ella sabía que los errores no eran obstáculos sino claridad en su convicción. Esas pocas estimulaciones que recibía alcanzaban y sobrepasaban cada abucheo, además forzaban a sus ideales a no decaer, a no sucumbir. Ella sabía que si no lo lograba muchos intentarían transformarse por ella y por muchos otros que también lo intentaron y, algunos de ellos, lo lograron. Se dio cuenta de que había descifrado mal una clave, importantísima para su concepción de aquel explotador. Para su realidad no fue el hecho de materializar a su enemigo su único error, ella también contribuía a materializar la existencia, la vida. Alcanzó a divisar que la cuestión no pasaba por destruir sino que también debía construir, individual y colectivamente, otro espacio. Desde esa idea sus días tomaron otro rumbo. Ahora no se encuentra sentada todo el tiempo frente a la pantalla de la TV, la PC o las instituciones en general. Ella salió a la calle a vivir otra vida.
mr sopen
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