23.9.08

No se como titularlo



Por favor, tengo que compartir esta experiencia con uds, pues estoy convencido que si no lo hago voy a explotar. Por favor, necesito solidaridad y comprensión en mi caso... gracias...


Esto me pasó hace una semana y media. No me animé a contar lo que me pasó a nadie. Era una mezcla de verguenza, miedo, que se yo. Pero pasó en "realidad"...


Era una noche de lunes como cualquiera. Andaba bien fisica y mentalmente. Sobre mí no cayó ninguna sustancia extraña ni conocida. Me fui a dormir como siempre, como a la 1 de la madrugada. El problema lo tuve cuando desperté en la mañana.


En el lugar que ocupa normalmente mi esposa había una torta con una vela encendida. No era mi cumpleaños ni el de nadie conocido. En un acto reflejo que me llevó y me trajo de la infancia hasta hoy, lo único que atiné a hacer apenas desperté y vi la torta fue... soplar la vela.


Pai Guillermo

1.9.08

Vicios de estrellas


Fue una gira muyyyy larga... estabamos todos cansados, iluminadores, maquilladores, camioneros y el mismo Gnik. No recuerdo si fue en Venezuela o México. Recuerdo los paisajes verdes por las ventanas del hotel, nada mas. Y los destrozos. Y los gritos. Y al otros dia, la resaca.


Fui a darle un par de anteojos y cuando entré a su habitación, el gran Gnik Gnok embebido en alcohol. Por un momento sentí verguenza ajena, y por otro mucha adrenalina. Miles de fanáticos en la vereda del hotel, toda la prensa local en el lounge del hotel y yo presenciando esa escena del gran Gnok alcoholizado. Me contó su vida en 10 minutos. Entre el balbuceo logré entender algunas frases que hablaban de sus miedos nocturnos, de sus ganas de volver a casa, y... ?¿



Traté de contenerlo y quitarle su porrón, pero se negaba y no insistí más (imaginen semejante criatura en ese estado...). El peor momento fue cuando se colgó de las arañas que iluminaban su suite y de entre sus piernas cayó un mojón del tamaño de una heladera... en media hora la conferencia y mi desesperación creciendo y creciendo...



Para poder sobrellevar esa tensa situación y lograr calmar mis nervios me uní a él. Se sintió mejor. Sintió que no lo dejé solo. Llegó la hora de bajar a atender a la prensa y, tan profesional como siempre, Gnik Gnok bajó y atendió amablemente a su gente y sus cuestiones. Mientras yo... vomitando en el balcón.






Pai Guillermo