Thompson y Gregory recorrieron miles de kilómetros para un encontronazo entre amigos, filósofos, intelectuales pedantes y otro tipo de sujetos. Una mujer también participó de todo esto pero en paralelo, como alejada de mi realidad y a la misma vez totalmente comprometida con mis emociones (quién entenderá ésta sentencia, porque además de ser ambigua es totalmente imperfecta). En fin, todo sucumbió para alguien pero no recuerdo en este momento para quién. Al fin. La primera noche fue casual y consecuente con nuestros propósitos. Apareció. Él estaba esperando el momento idóneo: las risas comenzaron y arrancamos buscando calmar el apetito; nos colgamos de una nube por 45 (aproximados) fucking minutos: ¡hablen!: respuesta: Ja! Luego... volvimos de ese viaje ancestral y compartimos unas cervezas. En realidad las bebidas estaban en nuestra mesa desde hacía un tiempo. Nos fuimos.
Dormía poco en aquellos días.
La noche siguiente al viaje dimensional, para nada espacial (pero si especial), decidimos (o nos impusieron) transpirar nuestros cuerpos e ingerir bebidas por el placer de no sé quién. No voy a retraerme sobre ello. Las actividades continuaban mientras todo se diluía...como un flash se me viene en este momento la reminiscencia de la lujuria, el placer, los excesos: todo ello me hace sentir vivo.
No hay frases eternas.
Desde el primer momento en que vimos nuestros ojos desprecie todos los sentidos de nuestras nostalgias precoces.
Ha pasado poco tiempo de todos los acontecimientos mencionados en este papel: no encuentro aun la forma de averiguar qué es lo que nos proporcionó todo lo vivido.
Sé, estoy seguro, que seguimos atados, maniatados, condicionados.
Al cápsula espera por vosotros.
(&) dios no manda.
Todavía lo pienso, los pienso, me pienso, te pienso...
Se que lo lograremos.
(Esa mujer está detrás de mis espaldas en este momento...no tengo miedo)
Mr. Sopen & Sergio Rios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario